Es muy importante que la medicación se tome acorde a las pautas que marque el especialista, y en base a eso siempre vamos a tener la tranquilidad de tener detrás alguien que va a buscar la mejor opción para nosotros. En términos generales, la medicación la concebimos como una ayuda en el proceso de mejora, y una vez que hemos llegado a la “meta” nos planteamos la posibilidad de retirarla si la persona ya no la necesita. Esa falta de necesidad, unida a que la retirada siempre se hace de forma progresiva, es la que permite que uno pueda desprenderse de ella y seguir funcionando por su cuenta.