Cambiar cómo uno se enfrenta a los problemas y cómo gestiona y procesa el miedo que le producen es un aprendizaje progresivo y continuo, que requiere esfuerzo y dedicación. Al fin y al cabo, la manera en que lo hacíamos antes tiene muchos años de experiencia, y hay que ser muy constante con las nuevas pautas para que poco a poco se vayan interiorizando. Es por ello que uno tiene que mantenerse