Eso es una decisión muy personal. En muchas ocasiones el hecho de que el entorno familiar o el colegio lo conozcan sirve de excusa o justificación para realizar las compulsiones. Al ser algo conocido su hijo no tendrá la necesidad de seguir ocultándolo y no opondrá resistencia a las compulsiones; seguramente incluso pida la complicidad de los demás. Tener el TOC tampoco es motivo de vergüenza, no hay que tener miedo a lo piensen los demás, si decide contarlo debe ser con el objetivo de hacerles partícipes de los criterios a seguir para favorecer el éxito terapéutico, nunca para que se hagan cómplices del TOC.