La tensión y la ansiedad con que se vive la exposición es parte del afrontamiento del tratamiento y al principio puede provocar diferentes síntomas, el dolor de cabeza es uno de ellos. El objetivo de la exposición es permitirle a tu sistema nervioso adaptarse a un estímulo que produce miedo pero que no puede provocar daño. Puede ser un proceso duro pero vale la pena persistir porque el malestar desaparece mucho más rápido de lo que pensamos. La exposición es una de las técnicas que demuestra mayor efectividad frente al TOC y además siempre se realiza bajo la supervisión del psicólogo que controlará que todo el proceso se realice correctamente.