Los altibajos en el estado de ánimo son habituales en todas las personas, en ocasiones dependen de desequilibrios químicos u hormonales, en otras ocasiones de sucesos o pensamientos negativos, etc. Es cierto que hay personas con más habilidades que otras para gestionar estos bajones. Afortunadamente este tipo de habilidades pueden aprenderse en cualquier momento de la vida para tratar de maximizar los buenos momentos y minimizar los negativos. Tendemos a desear estar siempre alegres, activos y felices pero esto es muy poco realista. Debemos aceptar los malos momentos sin desesperarnos por ellos y trabajando para que pasen lo antes posible.