Por lo que dices, tu hijo no tiene por qué tener TOC, pero sí describes varios rasgos de una personalidad que con frecuencia podría evolucionar en un TOC. El orden excesivo, el tener que hacer las cosas siempre de la misma forma sin variaciones, la rigidez, son cosas que a veces pueden evolucionar en rituales y en un TOC, si bien otras veces no tiene por qué. Lo importante es fijarte en la medida en que tu hijo se ve impedido por este tipo de cosas que cuentas, si le genera dificultades en su vida cotidiana y si sufre. Si te preocupa, visita a un psicólogo valore si hay un TOC y es necesaria una intervención, o no.